Así como el vigor y la salud no pueden manifestarse en un cuerpo desnutrido y carenciado, tampoco podrán manifestarse la lucidez, la compasión, la empatía, la generosidad, la quietud ni el contento en una mente alimentada de manera tóxica o inadecuada. No solo resulta crucial comer sanamente y cultivar hábitos mentales que nos mantengan optimistas y seguros, además habrás de recibir el alimento que el alma precisa para alcanzar el éxtasis de una Bida BERdaderamente humana.