“Todo es la luz”, entrevista a Nikola Tesla
5 de septiembre de 2023Nada es indiferente en la naturaleza.
Los espacios que nos rodean impactan e influencian nuestro sistema nervioso y endocrino afectando a nuestros estados anímicos y emocionales.
Los entornos naturales activan nuestro sistema parasimpático mientras que los espacios cuadrados, cerrados y angulosos, activan nuestra amígdala y el sistema nervioso simpático, promoviendo la ansiedad, el estado de alerta y la sensación de peligro.
En un espacio de estilo japonés con maderas, piedra y plantas, donde se percibe orden y claridad, nuestra respiración se calma y con ella nuestro sistema nervioso se apacigua.
El estudio de Roger Ulrich en hospitales en 1986, demostró que las personas que tenían vistas a árboles desde sus habitaciones necesitaban menos días de recuperación tras una cirugía así como menos analgésicos que aquellas que veían edificios o carreteras desde su ventana.
Ciertamente, nunca escucharemos a alguien que diga que le molesta escuchar el sonido de los pájaros o que diga “buff, otra vez aquí en el bosque al lado del río o sentado al lado de una hoguera en la naturaleza”.
Porque la naturaleza a todos nos produce placer y eso es lo que debemos lograr reproducir en nuestros espacios. Belleza, altas energías, armonía y equilibrio.
Genéticamente estamos vinculados a la naturaleza y el uso de sus formas y materiales siempre funciona, simplemente debemos buscar crear placer estético en todo lo que nos rodea.
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“El arte es el lenguaje que hemos creado los humanos para hablar con el alma”
Miquel del Pozo i Puig
